INDIGNANTE
La Toma: un funcionario K de “Pipi” Alí se quedó con el plan social de una mujer con hijos con graves problemas de salud
Facundo Devia la engañó bajo la excusa de “actualizar los datos en Anses” y durante seis meses le sacó el beneficio. Gabriela López vive una extrema situación de vulnerabilidad y fue apretada para que retire la denuncia.
Un funcionario ultrakirchnerista del intendente Ernesto “Pipi” Alí, es el protagonista de un hecho que generó indignación: Facundo Emanuel Devia le quitó el plan social a una madre con un hijo discapacitado y otros dos con serios problemas de salud.
La víctima es Gabriela López, de 45 años, y en declaraciones a El Chorrillero brindó detalles de cómo fue engañada por Devia para quedarse mes tras mes con el único ingreso que tenía su familia.
Para entender, la mujer cobra un plan social de la Nación desde 2019 y nunca tuvo inconvenientes para retirar el dinero a través del Banco Nación. Primero eran $10 mil, durante la pandemia fueron $12 mil y en la actualidad son $13 mil.
Los encargados de coordinar quiénes lo cobran en La Toma son el propio Devia y, en un comienzo, su pareja la concejal del Frente de Todos, Belén Giménez Sala. Esta última dejó de estar al frente cuando asumió como legisladora.
López accedió al beneficio por la delicada situación que vive. Es una madre soltera a cargo de tres hijos: Cristian (26) con disminución visual al punto que casi es ciego, Leila (21) que tiene un tumor en el pecho y debe ser operada, y Luz María (13) que nació con quistes en los riñones y al poco tiempo le detectaron cáncer de vagina, lo que derivó en una cirugía donde le quitaran el útero.
Además, su condición habitacional es precaria ya que vive en una casa sumamente pequeña, pese a inscribirse en los planes de vivienda lanzados en el 2018. Todo ello es un combo de vulnerabilidad extremo, algo que poco le importó al funcionario kirchnerista, tal como se define en las redes sociales.
Fue a partir de marzo cuando comenzó la maniobra delictiva del hombre. La llamó a López, en primera instancia al municipio y luego la visitó en su hogar bajo la excusa de “actualizar los datos de Anses”. Le pidió número de DNI, CUIL, entre otras cosas.
“Nunca pensé algo malo. Yo creía que debía renovar los datos, no desconfiaba. Yo estuve trabajando con ellos, pensaba que los conocía, que me tenían aprecio, sobre todo por los problemas de salud de mis niños. Por eso, en aquel momento dije ‘no tengo problema’”, relató la mujer.
En medio de esta “actualización” (que jamás fue así), Devia le escaneó el rostro con el celular, paso clave para completar el robo de identidad y comenzar con la maniobra.
Pasaron unos días cuando López fue al cajero para retirar el dinero pero se topó con que la cuenta estaba en cero, sin un peso.
“Lo llamo inmediatamente y le hago el reclamo. Me respondió ‘bueno Gaby, yo te voy a averiguar’. Nunca lo hizo porque era mentira”, contó.
Llegó mayo y nuevamente su caja de ahorro estaba sin dinero: “Me comencé a preocupar. Eran dos meses que estaba sin cobrar”.
Cuando nuevamente contacta a Devia le responde que, ante el pedido de una pensión por discapacidad, le habían quitado el plan. Lo cierto es que la gestión la inició en febrero del 2020 y no la estaba cobrando.
La mujer había comenzado el trámite debido a su problema de salud. Padece cataratas en su ojo izquierdo y no puede ver. Además, presenta una hernia de disco y quistes en la columna.
“Lo llamé, otra vez, y me contestó ‘quedate tranquila que gestionamos el reclamo’. Pasó junio, julio y nada. Ese último mes nos daban un bono de $6 mil pero tampoco lo vi, nada”, continuó.
Durante todo este tiempo el único sostén económico eran las pensiones por discapacidad que recibe por dos de sus hijos, y la manutención que le corresponde del padre de los chicos que vive en Buenos Aires junto a su otra familia.
“No llegaba a mitad de mes. Imposible. Mis padres de vez en cuando me traían mercadería, pero ¿por qué deberían hacerlo? Él se estaba quedando con mi plata”, explicó.
En una charla con sus amigas, le recomendaron que se bajase la aplicación móvil del banco, pero como su celular no lo soportaba por falta de espacio, nunca lo pudo descargar.
Recién en septiembre pudo acceder ya que, con mucho esfuerzo, pudo comprarle un celular a su hijo. A partir de allí comenzó a aclararse el problema.
“Cuando ingreso a la app, me salta un cartel que me indicaba que ya la tenía en funcionamiento en otro dispositivo. Nunca se me pasó por la cabeza que la tenía él (Devia). Le cambié la contraseña, me fijé en la cuenta y no había nada”, agregó.
Y fue el lunes 27 de septiembre cuando descubrió todo: “Veo que las transferencias eran todas dirigidas a la cuenta de Facundo”.
“No lo podía creer. Le dije a mi hija ‘fíjate vos porque me tiemblan las manos’. No sabía qué hacer. Ella se quedó con la boca abierta. No podíamos entender que, quien era mi supuesto amigo, me estaba robando”, completó.
Durante seis meses, Devia se giraba dinero del plan desde la cuenta de López a la suya. En total, según aseveró la mujer, le sacó cerca de $50 mil.
Según el registro de la app BNA+, realizó cinco transferencias (aunque López resalta que no muestra las anteriores transacciones).
Los giros: uno del 5 de mayo de $10.790, otro de $980 con fecha 27 de ese mismo mes. También de $12.200 del 4 de junio, $6.300 del 3 de julio y $12.300 del 15 de ese mes. Un total de $42.570 y en el caso de sumar abril la suma sería de $52.570.
“Fue un balde de agua fría. Decidí en ese momento no enfrentarlo porque pensé en los chicos, soy su único sostén”, subrayó.
El miércoles 29 efectuó la denuncia contra Devia en la Comisaría de La Toma. Luego, la mujer recibió la visita del funcionario en su casa para ofrecerle disculpas y para pedirle que retirara la exposición.
“Me dijo que no sabía por qué lo hizo, que se sentía mal, que me quería, que no lo haría otra vez, que la plata me la iba a devolver. No sabía dónde esconderse. Me llamó después a la noche para que le diera tiempo de juntar la plata porque no quería que se supiera”, comentó y añadió: “Me insistía que pensara en sus padres que estaban viejos. Se ve que él no se fijó en el sufrimiento de mis hijos”.
En un último intento, Devia acudió nuevamente a la vivienda de la mujer para entregarle $48 mil, pero con la condición de que retirara la denuncia. López no aceptó.
Ante los intentos desesperados y el acoso, la mujer decidió dar a conocer la situación a través de las redes sociales. Con una imagen captura de las transferencias escribió: “La gente se caga en las personas que más lo necesitan, ya me quitaron la ilusión de tener una casa propia y ahora me roban mi plata. Me sigue defraudando la gente que está en la Municipalidad. Tengan cuidado gente no se puede confiar en nadie”.
Al explotar públicamente el escándalo, Alí se despegó de su funcionario y comunicó el viernes que lo había separado del gabinete. Por otra parte, ninguna autoridad se contactó con López.
“La Municipalidad de La Toma informa a la comunidad que en el día de la fecha, en horas de la mañana, ha quedado desvinculado laboralmente del equipo municipal, Facundo Emanuel Devia, quien se desempeñaba en el área de Desarrollo Social (oficina de empleo) y Centro de Asistencia Municipal”, publicaron en la página de Facebook.
Por otra parte, López contó que recibió “aprietes” para que no siga con la denuncia.